Como cada año, el derbi que enfrenta al Atlético y al Real Madrid sufre lamentables incidentes antes y después del partido. Ya es una tradición en la que no suelen faltar los hinchas radicales de ambos equipos. No obstante, este año la costumbre ha llegado demasiado lejos. Parece que el histórico empate del Atlético por 5-5 frente al Real Madrid no ha bastado para apaciguar los ánimos de algunos radicales, supuestamente pertenecientes al Frente Atlético y los Ultra Sur, más violentos que nunca.
Según nuestros reporteros, quince minutos después de la finalización del partido, un grupo pequeño, que supuestamente formaba parte del Frente Atlético, arrancó mobiliario urbano como papeleras, piedras o plantas para arrojarlo a un galeón que navegaba por el río Manzanares, a la altura del estadio Vicente Calderón. Tenía unas velas negras en las que destacaba un dibujo de una calavera muy grande. Al parecer, era el símbolo del barco. Además poseía una tripulación pequeña, en donde el supuesto capitán decía “¡Arrrr! ¡A todo estribor!” en ese preciso momento. No se pudo dilucidar la nacionalidad del barco, por otro lado.
La nave marina perdió el frágil equilibrio que mantenía sobre un río con pocos metros de profundidad y cayó por un lado, provocando golpes de diversa índole en la mayoría de los miembros de la tripulación -posteriormente serían desplumados-. En este preciso momento, un grupo con camisetas del Real Madrid, posiblemente perteneciente a los Ultra Sur, había salido del estadio para bajar a la cuenca del río mediante unas escalerillas dispuestas en las orillas. Nadaron, asaltaron y atacaron para atracar a los barbudos integrantes del barco. Otro grupo de hinchas radicales, presuntos miembros del Frente Atlético, se unió a la fiesta.
Ambos no sólo atacaron a los tripulantes, sino que también destrozaron la embarcación. Se llevaron astillas, con las que se enfrentaron hasta las 12 y media de la noche, parches para el ojo, garfios, doblones, cofres, la comida sobrante de la bodega, ron y un sinfín de cosas más. Como nota curiosa, mataron a dos loros con alevosía mientras ambos animalitos chillaban de dolor a la vez que escuchaban las estentóreas risas malvadas de sus asesinos, probando las nuevas armas de madera.
Supuestos integrantes de ambos bandos de radicales, tras saquear el barco, se enfrentaron entre ellos con garfios, espadas y astillas. No hubo muertos, pero uno salió herido grave. Un garfio le desgarró un músculo de la pierna y se llevó parte de la piel. También algunos inocentes fueron víctimas de los daños colaterales de la batalla, como un joven de 29 años al cual se le abrió una pequeña herida procedente de un espadazo dado a destiempo. Las cifras hablan de 67 heridos y bastantes detenidos.
Por la mañana, unos vecinos de un barrio colindante con el río han dado la voz de alerta. Encontraron los restos del galeón, muy destrozado y con pintadas que decían “FRENTE ATLÉTICO NUNCA MUERE” o símbolos pertenecientes al movimiento skinhead que a su lado decían “ULTRA SUR RMCF 1902”, y a unas personas con barba, oliendo a ron, que se quedaron en paños menores, colgadas del barco por los pies mirando el mundo al revés. Ahora, ellos están en un alojamiento para indigentes de la Comunidad de Madrid y no paran de decir: ¡El ejército británico nos ha traicionado! ¡La próxima vez lo pagarán caro, tendremos nuestros cañones preparados, nuestras espadas más afiladas que nunca y nuestra mejor combatividad!
Finalmente, los participantes en la pelea han sido pasados a disposición judicial y se estudia retirarles el carné de socio además de pagar una multa económica que oscila los 1.500 euros. El Comité de Competición estudia cerrar el Vicente Calderón durante dos partidos además de multar a ambos clubes por comportamiento indebido de sus aficionados.
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